COOPERATIVISMO
INTEGRAL AGROECOLÓGICO DEL OLIVAR
Así
como cuidas al olivo, te cuidas a ti mismo/a
El
olivar te cuida como tú lo cuidas.
El
inmenso olivar de Andalucía podría ser un auténtico paraíso. Pero
no lo es debido a la ignorancia, egoísmo, jerarquía... con que se
está gestionando, de manera no participativa, no solidaria; con la
injusticia y desigualdades con la que se están repartiendo las
ayudas de la PAC, al conceder ayudas por producciones históricas,
que han ido generando la insustentabilidad del olivar. El modelo
actual conlleva pérdidas para todos, a corto y largo plazo.
El
autoengaño que esto supone, induce la división, la competencia e
incomunicación en el sector y se pierde el espíritu de ayuda mutua
y ético para la reconstrucción del paraíso que representa las
posibilidades del agroecosistema del olivar.
La
nueva reforma de la PAC podría ayudar a restablecer la
sustentibilidad, si a través de ella se superan los impactos y
desigualdades que su aplicación ha ido generando, a lo largo de los
años.
Las
diversas reformas para la mejora del olivar en España, no han
abordado la necesidad de acompañar las reestructuraciones y cambios
técnicos, con transformaciones en la organización y gestión de las
cooperativas olivareras.
Por
ello es fundamental mostrar la gran importancia que supondría la
transformación del modelo de cooperativismo del olivar, debido a que
es la base que constituye el sector del aceite de oliva, que aportan
el 70% de la producción en España
Para
esto habría que conocer y superar los obstáculos que impiden los
cambios en las cooperativas. Se tendría que afrontar este tema de
manera urgente y con serenidad, ante la crisis de precios y por la
dependencia que supone la venta a granel de la mayor parte del aceite
de oliva de calidad. La falta de iniciativas y de responsabilidad
ética de las juntas rectoras de las cooperativas para abordar en
profundidad estas situaciones, que impiden plantear otras
alternativas.
Dentro
de las propuestas a desarrollar en las cooperativas, sería
conveniente:
Promover
la formación constante, que conlleve la gestión participativa de
los soci@s, que reivindiquen y asuman su empoderamiento en la
gestión, y que trabajen solidariamente con otras cooperativas,
creando experiencias piloto de cooperativas integrales
agroecológicas, organizadas en red y descentralizadas.
Que
hij@s de soci@s de las cooperativas, con el apoyo y participación de
estas puedan conocer y tratar los problemas; aportando soluciones,
con ideas, estudios y experiencias, que fomenten la innovación y
espíritu emprendedor en las cooperativas.
Que
supere la falta de capacitación en la gestión de las personas
responsables de las cooperativas, la falta de visión integradora y
emancipadora de las asociaciones agrarias y organismos de las
cooperativas, la falta de una política que colabore en armonizar las
diversas actuaciones de las cooperativas.
Esta
propuesta se podrían hacer realidad mediante la creación de
experiencias piloto entre grupos de cooperativas, con equipos de
facilitadores/as que promuevan la investigación, la formación y el
asesoramiento de l@s soci@s de las cooperativas, para que est@s sean
auténticos protagonistas del diseño y gestión del agroecosistema,
que aporten una visión integral en la gestión del olivar.
Reivindicar
la formación permanente sobre olivar a todos los niveles:
Universidad, cooperativas, enseñanza media, escuela. introduciendo
la formación reglada de olivicultura y aceite en las zonas que viven
del cultivo del olivar y la promoción y difusión de las virtudes
saludables y propiedades del consumo del aceite virgen agroecológico.
También
es fundamental que las cooperativas se planteen seriamente poner en
valor los subproductos del olivar, que pueden llegar a generar en un
futuro, mayores ingresos que el aceite extraído. Algunos ejemplos de
estos aprovechamientos son:
-Elaboración
de compost con los
subproductos (alpeorujo, hojín, aguas de la almazara) y estiércol;
la trituración de ramón de olivo para abono y acolchado del suelo,
que sustituya, junto a la cubierta natural y la siembra de abonos
verdes, la fertilización agroquímica y los herbicidas, que están
degradando la biodiversidad, la fertilidad del suelo y favoreciendo
la erosión del olivar.
-Promocionar
la elaboración y consumo de paté de aceitunas,
la elaboración y uso de productos cosméticos, para la salud.
-Promover
la investigación del aprovechamiento de la pulpa, piel y pepita de
aceituna, para lograr que
sirva de alimentación humana (una manera de ayudar a paliar el
hambre mundial) y animal; así como otras aplicaciones, resultado de
nuevas investigaciones.
-
Elaboración de pienso con
las hojas del ramón de olivo.
-Producción
de energías renovables
con los subproductos que no se puedan utilizar para usos más
valiosos, etc.
Se
trata de que cada cooperativa actúe como un nodo en una red
solidaria, de apoyo mutuo, entre cooperativas, donde por ejemplo, las
subvenciones se destinen a beneficiar a todos los componentes del
agroecosistema del olivar.
Partiendo
de una gestión integral de todos los componentes, sustituyendo o
reduciendo el uso de las energías fósiles, desarrollando
tecnologías que actúen armónicamente con el agroecosistema,
promoviendo el uso comunitario de estas. De tal manera que los
residuos se conviertan en nuevos elementos de desarrollo junto al
trabajo y al capital.
Con
respecto a la economía del olivar, creando un sistema financiero
ético y solidario que se ponga al servicio del agroecosistema y no
actúe generando los desequilibrios y abusos actuales.
Que
las cooperativas promuevan proyectos de investigación,
experimentación colaborando con la Universidad, administración e
iniciativas emprendedoras que dé por ejemplo, soluciones
agroecológicas a la erosión, a enfermedades del olivo, consiguiendo
sustituir el uso de productos cúpricos, y otros utilizados en las
plagas como la mosca del olivo (evitando los impactos y contaminantes
de los tratamientos actuales como ya han expresado en este periódico
Dña. Anunciación Carpio Dueñas y D. Vicente Villarrubia Pérez),
con el objetivo conseguir otros productos saludables, que puedan
destinarse, mediante la elaboración apropiada, a alimentación
humana y animal.
De
esta manera las cooperativas (en la actualidad dependientes de las
multinacionales de la agroquímica, de la distribución y
comercialización y otros intermediarios), podrán asumir el
protagonismo que les corresponde, en el conocimiento y diseño del
agroecosistema, contribuyendo así a la construcción de la sociedad
de vida sustentable.
Reconocer
al olivo, como árbol sagrado, de los cinco continentes. El olivar
como lugar de encuentro y meditación con la Madre Naturaleza, que
armoniza nuestro ser, de mujeres y hombres y nos enseña a vivir con
otros seres, con visión unitaria y amor, haciendo del olivar y sus
pueblos un auténtico paraíso.
Manuel
Núñez García, Beas de Segura,